El abarrote, el tianguis y la vendimia también construyen el mundo del Antojo.

domingo, 29 de marzo de 2015

Falando de asas


Hoy, el abarrote salió a orearse un poco y al llegar a la Praça da Republica me encuentro con la representación de su figura. Una senhora, es la República, que siempre se encuentra en cualquier país vestida a la usanza de la libertad: silenciosa, con un vestido entallado mostrando su músculo bien torneado y con la mirada perdida a un dónde y para dónde. Curioso, que hablando de asas y de tazas ontem (ayer) me encuentre con una gaivota (gaviota) posada en la bola (una manera coloquial en portugués de decir cabeza) y no deja de sorprenderme que ahora que los regionalismos renacen, las gaviotas sientan que es un mástil encallado en medio de la ciudad. Tal vez en los tiempos de hoy la república sea un palo largo que ha quedado del naufragio y que sobresale ya como pura estatuaria. 
La ventaja del abarrote es que la Suave Patria, para referirme al poema de Lopez Velarde, esta en los sabores y en los Antojos. Qué más exigencia y que más tolerancia que tener los sabores cómo patria. La convivencia es, no sólo saludable, sino placentera.
Los convido al almoço (propiamente la comida) tenemos como plato de inicio una soupa de cenoura (zanahoria) sem batata (papa), feijão preto (frijol) e um entrecosto de porco na brasa (costillas a la brasas) y un fino ( copa delgada de cerveza servida a presión). ¿Qué tal? ¿Gostam?.
Los espero, hoy estaremos abiertos hasta las seis de la tarde. Si esta la cortina fechada (cerrada) toquen la campainha (campana o timbre) y lleguen a las sobremesas (postres) tenemos arroz con leche con mucha canela. Ah y un café de los tuxtlas que huele hasta la ribera del río.

Les informo que la gaivota ya se cagó en la estatua, cosas de la naturaleza.


Fotografía: República (2010) do escultor Bruno Marques. 
Praça da República, Jardim de Teófilo Braga. Porto, Portugal.

sábado, 28 de marzo de 2015

Asa con taza



¡Nostalgia de los arcángeles!
Yo era…
Miradme.
Sobre los Ángeles, Rafael Alberti

No lo sabía y grande fue la elevación de mi pensamiento al saber que una asa en la língua portuguesa se refiere a una ala, una manera de asir el cielo y no la asa mexicana de la humilde taza, ese recipiente que sirve para beber líquidos calientes: atole, champurrado, café, ponche y por supuesto la leche de la chata. Asa, en español, se refiere a esa pieza curva que sobresale de la taza y que suele estar unida por sus dos extremos al cuerpo de la taza. Podríamos decir que es la oreja de la taza y por eso afirmamos que vamos tomar un café chillador, no porque sea un café tomado en un velorio, sino porque a la taza la tomamos de la oreja como os rapazes desobedientes. Esta es una interpretación “ad abarroterum”.
Lo cierto es. Cuando este abarrotero barría muy temprano el paseo (banqueta) a las puertas del abarrote, una senhora, al parecer muy devota, con el San Benito en el gesto, decía: “Faltam asas para voar”. De inmediato fiquei (quedé) pasmado. ¿Qué pássaro (pájaro) será ese o, es un ángel lusitano caído después del 25 de abril? Ni uno, ni otro. Al seguir parando oreja, me apercibí, por contexto, que se refería a esos apéndices de las aves, así que cuando la senhora en tono lastimoso afirmó: “Tem ferida uma asa”. Claro pensé, del cielo ha caído um anjo (ángel).
Así que, al buen entendedor: diccionario bajo el brazo. ¿Saben el porqué? porque también tiene la palabra asa, en la língua Portuguesa, la acepción de apéndice en forma de argola (argolla) que sirve para asegurar ciertos objetos con la mano. El tumba burros, pone como ejemplo el asa de la xícara (jícara). Sí, ha leído bien, lo que conocemos como jícara, tan mexicana. El asunto es que xícara se usa en el portugués de brasil y proviene del náhuatl que llegó vía el castellano al portugués de Europa. En Portugal, ya es un termino en desuso o sólo usado por hablantes cultivados, y en vez de usar el termino xícara se usa la palabra chávena. ¡Atenção! la chávena es propiamente sólo para tomar el chá (té). Para el café, lo que sería nuestra taza, la palabra que designa al objeto es caneca. La caneca tiene asas, de las otras, las que no son para volar. Ya sé que querrían jugar a las canicas y no a las canecas porque aquí se dice jugar aos berlindes. Como pudieron observar ni tan en desuso, os sacos (bolsas, en espanhol) tienen asas, las canecas también y los ángeles pelos vistos (por lo visto).

Y para dejar los melindres y recapitular (recuar) podemos decir que: o tempo tem asas porque también lo oímos. Y si ustedes gustan les invito un jarro, que no una taza, de agua miel.

Asas para que las quiero…

jueves, 26 de marzo de 2015

Un largo para un ancho


La luz del mundo entra por los ojos y sale por la boca. No me refiero sólo a la comida y a sus jugos gástricos: alondra digestiva; me refiero a los ojos que relampaguean con la voz: el idioma. Esqueleto mental de las culturas, el lenguaje nos despierta de niños y nos adormece cuando nos vamos.
Como el primer día, el tambor de los sentidos y sin sentidos se instaló en el Abarrote. No es osadía decirles que el empeño por entender permanece como el primer día.
Una de las confusões (confusiones) que más me alteran la orientación del significado son los adjetivos: ancho, largo y comprido.

- Oiga, me dice una señora, as calças (pantalones) ficam-lhe (le quedan) largas.
- Oh meu Deus (expresión muy portuguesa) contesté para que viera que estoy entrando en sus usos y costumbres.
- Posso dizer onde pode arranjar.

Aturdido, de inmediato fui a la trastienda para mirarme en el espejo que tenemos para engalanar a las cebollas. Estos pantalones, nuevos, son un poco anchos para poder estar a gusto, pero no me quedan largos. 
No están ustedes para saber, pero aquí tienen al abarrotero para contarlo, en portugués: lo ancho es largo y lo largo en español (longitud) es comprido. Aseguro, con la vassoura (escoba) en la mão, a la fecha tengo una alteração de las distancias que ya no sé si mi léxico es largo porque fue ancho o es ancho para ser comprido.
Así que cuando vengan al Abarrote por una rua comprida piensen que no hay ancho que les valga si tienen en la mente lo largo. Si les digo que tienen el pelo ancho no se lo vayan a cortar.

No se me desesperen, ni digan que la escarcha de la lengua no es redonda y se amamanta de las maneras de ver distintas y que el hambre se resuelve en la misma cuna de las lenguas que son romance. La risa en los ojos de la palabra es luz de mundo. 
Ya saben que siempre hay un largo que fue un ancho. Deber cumprido (escrita con u significa: ejecutado)

Los rebuçados (golosinas) son gratis. 
Tome uno.

lunes, 23 de marzo de 2015

Figuras e Figurações


Uno de los encuentros más gratos que ha tenido este abarrotero en tierras lusitanas y que se resguarda al lado de los Vintage (variedad de vinho do Porto cuya procedencia ha sido extraordinaria en el año de cosecha) fue hallar el libro de Figuras y Figuraciones que Octavio Paz escribió en 1994 y cuyos poemas estuvieron inéditos hasta su publicación en 1999 en Barcelona. La editorial lisboeta ASSÍRIO & ALVIM en su documenta poética / 58 publica en la traducción de José Bento estos 10 poemas dedicados, inspirados o baseados  (basados) en los 10 respectivos colagens (collage) de Marie José Paz. Poco es conocida la actividad de Marie José como hacedora de lenguajes visuales. No es pintura, no es dibujo; los colagens de Marie José son provocaciones visuales que articulan un lenguaje a partir de objetos disímbolos, podríamos decir que hasta contradictorios, para construir un texto visual. ¿Acaso no podemos pensar que la poesía es un texto visual? Nadie mejor que Octavio Paz para describir, explorar, ahondar con la imagen poética estas asociaciones y correspondencias. El encuentro que tuvieron Octavio Y Marie José  con Joseph Cornell fue definitivo. Cornell, exponente denominado arte del ensamblaje, técnica hermana del collage, determina la fuente de la que bebe Marie José. Los colagens de Marie José son de pequeño formato y realizados durante quince años silenciosamente y sin pretensiones que no fueran las creativas. Este libro fue el homenaje a ese trabajo cuando se expuso por primera vez. 
La edición que tenemos en el Abarrote tiene las fotografías de los diez colagens con el respectivo poema en portugués y al final del libro se encuentran las versiones originales de los poemas en español. 
José Bento es un poeta portugués que es más conocido por sus traducciones al español que por su trabajo poético. Ha traducido para la misma editorial ASSÍRIO & ALVIM: el Quijote, la obra de Lope de Vega, Quevedo, Góngora, como pueden ver una portentosa tarea de difusión de la poesía escrita en español. Aquí estamos muy contentos con la traducción que hace de Figuras e Figurações. Sólo para poner el petisco (comida apetitosa e boa) sobre la mesa. Hay algunas palabras que me inquietan y como las traducciones se comentan y el poema se disfruta pues servimos el vinho y vamos a la conversa.


AS ARMAS DO OFÍCIO

Brasão: duas agulhas de tricô,
espadas cruzadas sobre um emblema,
um brocado cor de marfim e azul gris.
Escudo: uma miniatura de nácar
transformada num carretel de fio branco.

Duas pregadeiras de cetim,
o coração e a memória,
atravessados por alfinetes diminutos:
mágoas, entusiasmos, desejos, alegrias,
saudades, despedidas, encontros,
o que o tempo nos dá e o que nos tira,
o instante palpável e sempre evanescente.
o tempo que anda como uma tartaruga 
ou é súbita centelha:
se o tocas, escapa, regressa se o esqueces.

Outros carretéis de fios multicores
para coser pressentimentos e lembranças
saltos e sobressaltos da vida.

Duas mãos, aplicadas bordadoras
do tecido que cobre e que despe,
ondula como bandeira, flutua como aroma,
armadura feita de ar
para o combate de dois corpos.


Lo que me gustaría preguntarle a José Bento, claro, con cafezinho de por medio es el porqué traduce corazonadas por entusiasmos y soledades por saudades.

Dos almohadillas de raso,
el corazón y la memoria,
atravesados por alfileres diminutos:
penas, corazonadas, deseos, alegrías,
soledades, despedidas, encuentros,
lo que el tiempo nos da y lo que nos quita,
el instante palpable y siempre evanescente,
el tiempo que anda a paso de tortuga
o es súbita centella:
si lo tocas, se fuga, regresa si lo olvidas.


Disculpen si soy quisquilloso pero estos pormenores me agradan porque toda traducción acrecienta el sentido o el sinsentido.
La palabra corazonada en México es de uso fácil y de significado inequívoco, es una sensación de presagio, es la sospecha de que algo va a ocurrir, es un luz que se distingue en la tiniebla. Hasta donde este abarrote percibe la palabra portuguesa que se acerca a este sentido es: palpite, que viene de palpitação. Tanto en portugués como en español tiene que ver con el corazón en último sentido. No me explico porqué entusiasmo, tal vez por eufonías y no modificar la terminación as, os, os, as. Entusiasmo es una exaltación, un animo de euforia y la corazonada tiene el humor de presagio, de la incertidumbre y muchas veces de la fatalidad. Nada más contrario al entusiasmo. Me quedo barruntando en el sentido del verso a no ser que ustedes me puedan dar alivio a mi comezón.
La otra palabra usada tiene una explicación a mi ver un poco más hacia la concesión para el lector portugués, al menos eso me parece. La Solidão es la tristeza de estar sin nada ni nadie y la saudade es el dolor de perder lo que no se ha tenido. Aunque los podemos encontrar como sinónimos, creo que la saudade como sentimiento o pathos portugués tiene un matiz que a mi ver nada tiene que ver con la soledad y sí con la añoranza, con la nostalgia. Claro, toda traducción es así, un vericueto, pero cómo quisiera preguntarte José Bento, para aprender, sólo para eso.

Creo que ya me extendí da mais y tengo que preparar o jantar (cena) algo ligerito: tuna (atún) con salada (ensalada).
Como dicen en mi barrio, “Ay nos vidrios” (hasta pronto) (até já).

sábado, 21 de marzo de 2015

Abriendo la cortina

Levantar la cortina no sólo es un acto epistemológico -dirían los profesores doctores (titulo de alta estima en Portugal)- es un acto cotidiano del que se apresta a mostrar al mundo su “mercadoria” y en esas lides los bons (buenos) visitantes lusitanos me platican, me observan hasta el más mínimo detalle mi referente olmeca y defeño (habitante de la Ciudad de México). Me ofrecen dicas (sugerencias) y yo les ofrezco mi palabrería y los productos varios de ultramar.
Me resulta harto interessante (en portugués se escribe con dos eses. Para los que versifican: la separação das sílabas: in-te-res-san-te) poner aquí por escrito lo que anda no ar (en el aire) enrarecido del Abarrote.
Debo comenzar a decir que, la apertura del Antojo y por tanto del Abarrote ha sido espantosa. Aquí ya comienzan las discrepancias. En México decimos: de lengua me hecho un taco. Expresión que tiene el juego de los significados; la lengua de res con la que se hace junto con la tortilla de maíz  lo que se define como taco y no confundir con hacer un taco ( un escándalo). Pues para no ir más lejos podemos afirmar que la lengua es un taco. Un gran taco. En portugués el adjetivo espantoso se usa cotidianamente con el significado de maravilloso, sublime, formidable. Así que cuando una señora nacida em berço de ouro (en cuna de oro) me dice que uno de mis dibujos que le mostré entre el aceite de oliva y los rebuçados (caramelos) le parecían espantosos, la historia de abarrotero militante se me vino encima como si fuera un saco de habas. Duré algunos meses para modificar mi respuesta involuntaria e inmediata al uso semántico de la palabra espantoso, ahora inconscientemente hago bromas (piadas) y cuando digo: ese bolo (pastel) me sabe espantoso, íntimamente siento que juego con el significado del español y me divierto en un soliloquio lingüístico como si en realidad me estuviera comiendo un taco de lengua.
¿No es de alegrarse, el que un sólo vocablo pueda tener la autocrítica y la alabanza al mismo tiempo? Teniendo una historia común: el galaico portugués, el castellano y posteriormente el español han forjado a fuerza del habla una idiosincracia, una manera de ver el mundo que desde este mostrador (balcão) iremos masticando, en um olhar (vistazo) todos estos pormenores de la conversa con la clientela que nos visita por estas ruas de Porto, la Ciudad Invicta, con este abarrotero llegado de la otrora Muy Noble, Leal e Imperial Ciudad de México.
¿No les parece espantoso? .
Hoy comenzamos.