Como el arpa y la mariposa cuando se tocan, vibra de vida reproduciendo el prodigio sin hacerse del rogar. Quien ha probado el baile sabe que los días son frágiles como el arpa y la mariposa que con su desnuda sombra hace entrañable la saliva que se atreve a danzar. Entra el año 2018 con labios duraos. Suavicémoslos.
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